Fix him

Brillante momento de cara al viento,
obviedades ocultas bajo la consciencia.
Manto de luz,
rayos de oscuridad,
sentado en las manos del azar.
Mirando el techo en eterno espiral,
reloj silencioso sobre el umbral.
Mirando a esa sensación,
casi incontrolable,
acallado por la somnolencia,
intimidado por la vivencia.
Real, irracional, consciente,
inconsciente, día, noche,
hambre y debilidad, silencio y adversidad.
Llanto ahogado mirando la ventana,
extraviada noción del tiempo,
calma helada, recordando el viento.
Miradas tristes, compasivas.
97 segundos en tiempo eterno,
perfecta simetría de luz fría,
incadecente.
Mundo lejano,
imágenes indescriptibles,
bruma apasible.
Viajes a la nada a mi lado,
dolor ajeno apartado
por un libro en las manos.
20 noches arrebatadas de sueño tranquilizador,
frigorífico pasillo atenuador,
frío líquido en su interior.
Mirada ámbar baja por la escalera,
cabello castaño que se desliza,
presencia que paraliza.
En el sexto escalón,
mientras guarda sus secretos,
los habrá de revelar sólo a mí,
en el momento que pise el decimo peldaño,
tal vez años,
el tiempo lo dirá y
el corazón esperará.