noviembre 18, 2008

Metro Santiago, 40 años

Nuestro querido metro santiago cumple 40 años. Transportando nuestros cuerpos inertes entregados a la oscilación de los trenes de un lugar a otro de la ciudad desde 1975.
Pensando cualquier estupidez mientras miramos las luces fugaces del túnel.
Porque estando ahí con la mente perdida salen ideas geniales. Sinceramente creo que el metro es el templo o concilio ecuménico donde surgen todas nuestras ideas para el resto del día.

Si la fecha no cuadra con el cálculo es porque en 1968 se adjudicó una empresa la construcción, bajo la presidencia de Eduardo Frei Montalva. Y en 1969 empezaría la construcción de línea 1.
Un poco de historia para ustedes, sin costo alguno.

Sin duda tenemos una relación compleja con Metro. Una relación de amor y odio.
Nos transporta en tiempo récord, es limpio, nos hace caer en inconsciencia, nos permite estudiar en el trayecto cuando el examen nos pisa los talones, hace fluir toda la genialidad creativa.
Por el contrario, también tenemos episodios de caos total. Innumerables veces nos cerraron estaciones. Cuando toda la población de esta endemoniada ciudad se volcó a usar metro al colapsar los microbuses, nos encontramos forzados a estar en íntimo contacto con cientos de personas.
Una escena de orgía total. Tocaciones descontroladas. Pero protegidos de las temperaturas bajo cero del invierno.
Sin duda nos convertimos en placas petri de cultivo de cuanta enfermedad contagiamos de uno a otro.

Hoy por hoy, se instaura el calor. A quién no se le ha venido a la mente estar bajando al averno, a la madriguera del diablo, al séptimo infierno mientras pisamos escalón a escalón internándonos a las catacumbas de metro.
También con esto vuelve la funcionalidad de estos ventiladores que mojan a la gente. Y genera conductas bastante curiosas bordeando la excitación sexual de quienes se exponen a ellos.
Hay que decir que serían más útiles si el agua que arrojaran fuese helada y no tibia. Pero es un buen esfuerzo.
Un proyecto que debería surgir sería modelos con camisetas mojadas. De preferencia con volumen exponencial en sus senos. A todos se les olvidaría el calor.
U hombres con elefantiasis genital. Depende del gusto de cada quién.

A pesar de estas molestias menores ( no me abucheen), metro de santiago es una joya. Siendo el mas moderno de latinoamérica y de los mejores a nivel mundial, con una extensión de 84,4 kilómetros. Cuyo récord histórico de afluencia han sido 2.504.089 personas un 30 de mayo de 2008.
Todos amamos a Metro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

wi loviu metro
xD.