
Evidentemente tenía que hablar sobre la navidad y comentar sobre las prácticas propias de la fecha. Y más allá de un personaje fofo de nariz roja como si hubiese estado bebiendo desde que nació, siendo ideado por coca-cola, que vive donde sólo a tribus indígenas tontas se les ocurre vivir y que recorre el mundo en la noche es realmente una inspiración.
Bueno, hablando en serio. Cuando se crece en la vida uno entiende que aquello era una pendejada gigantescamente absurda y más aún cuando no te trae lo que querías. (En mi caso, cigarrillos. Aunque fui proveído más tarde).
Lo importante es que comes rico, aunque la carne esté totalmente seca y te ahogas con sólo mirarla. Que el vino sabe a islámico remojado (¿?). O que no puedes llevarte los cubiertos a la boca porque todo el mundo infringe la ley haciendo un ruído horrible con los fuegos artificiales cortesía del maldito puto gigante chino. Malditos amarillos de ojos razgados.
Ya basta de quejas.
Un pensamiento alentador es que no siempre obtienes lo que quieres y más aún a veces se te niega lo que mas deseas en el mundo.
Así que espero que les hayan regalado aquella muñeca inflable, esas cajas de fotografías de homoerotismo interracial, el consolador o un arma de fuego para acabar con sus tristes vidas.
Gózenlo.
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