Sentado solo, masticando un hueso
a mil millones de millas, lejos de casa
cuando algo se me ocurrió justo entre los ojos.
Dormido en un avión, sabes que no puedes quejarte.
Tomaste la última oportunidad, una vez mas.
Aterricé, y varado con esfuerzo me aprendí tu nombre.
Quiero hablar esta noche, hasta la luz de la mañana
acerca de como salvaste mi vida.
Tu y yo, ver cómo estamos.
Todos tus sueños están hechos de limonada de fresa
y te aseguras de que coma el día de hoy,
me llevas a caminar por el lugar donde jugabas
cuando eras joven
Jamás diré que nunca voy a hacerte llorar
Y diré que no sé por qué
Sé que me voy pero volveré otro día
Quiero hablar esta noche, hasta la luz de la mañana
acerca de como salvaste mi vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario