
Y cuando pasaba en su bicicleta parecía que huía del destino y buscaba uno nuevo. Porque cada tarde el tiempo se detenía a su paso y las calles se hacían mas largas para que ella jamás volviera a casa.
Con el tiempo su compañera yacía añeja en el patio y fue mejor el caminar bajo el ocaso extinto. Bajo decenas de luces se dibujaba su silueta. Esa silueta caprichosa y cautivante. Esa silueta llena de historias y pensamientos que te sacan del día a día llevándote a cuestionar tantas cosas.
Una de esas personalidades que sólo encuentras una vez en la vida, una de esas personas que te inspira a hablar de trivialidades y una de esas personas que no olvidas.
Porque jamás olvidas los caprichos, los enojos, las quejas, las frases, las conversaciones.
Una de esas personas de las que te sientes parte de su vida. Una de esas personas especiales que te regala la geografía de tu hogar.
1 comentario:
Todavía no creo que exista alguien como tú!
eres el mejor :)
graaacias por todo
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