Mis reflexiones me aprobleman y siguen siendo totalmente silenciosas. Totalmente ambiguas, totalmente sordas.
Tal vez en un par de horas, un par de días, un par de semanas cambie mi discurso. Cuando eso pase dame la razón pero no me des opción. Porque cometeré el mismo error.
Por ahora ya no puedo hablar. No puedo armar las palabras porque se me hace demasiado fastidioso el tratar de explicarte lo que no sé explicar. Lo que no tiene mayor explicación excepto la de una retórica fílmica.
Trata de no confundirte ni perderte en la interpretación. Ya que es particularmente peligroso. Sólo te detendrás en las palabras que hacen eco en tu consciencia, tus tendencias, tus falencias y con certeza ignorarás lo restante. No cometas el crimen de malinterpretarme. No siempre la teoría mas lógica es la correcta y debes tenerlo en cuenta.
A veces el gran tema es lo que no puedes explicar. Y el gran abismo de tus miedos es lo que tratas de hacer visible desde la incapacidad propia de tu objetividad. Se convierte en una nebulosa de factores, de causas, de efectos.
Y siento que no se puede dar a entender. No se puede regir por el convencionalismo y menos aún por tecnicismos rutinarios de la vida.
La encruzijada es que no sé si quiero que lo entiendan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario