febrero 17, 2008

Memorias (1)

Trajo a su padre, su amado padre desde muy lejos para celebrar junto a él las festividades de fin de año.
Su padre estaba enfermo desde hace años del corazón, en la etapa final de la vida de aquel hombre quizo mas que nunca tenerlo a su lado y decirle mas que nunca que lo amaba, que agradecía haberlo tenido toda una vida como su guía.
Lo dejó solo viendo televisión mientras iba a la iglesia con su esposa esa tarde. Cantó con especial gozo en el templo de la fé, dando gracias a Dios por tener a su padre en casa como en los viejos tiempos; páginas felices y recuerdos valorables.
Volviendo a casa pensó en qué querría su padre para cenar la noche buena. La luna brillaba majestuosa y dando la vuelta en aquella esquina vió una conmosión y quizo saber que pasaba.
-Un anciano a muerto. Dijo el policía.
Entonces sintió uno de aquellos presentimientos que heredé de él y miró de cerca el cuerpo del malogrado anciano; el dolor fué insoportable.

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